En el intercambio constante de agua entre los océanos, los continentes y la atmósfera, la evaporación devuelve el agua al aire en forma de vapor; pero además se produce la transpiración de las plantas, siendo ésta la principal fracción de la evaporación total. Aunque los dos mecanismos son diferentes e independientes entre sí, no es fácil separarlos, pues ocurren de manera simultánea; por eso utilizamos el concepto más amplio que los engloba de evapotranspiración.

La diferencia entre agua dulce y agua salada estriba en la densidad de los minerales y sales que contiene. La de mar contiene 35 gramos por litro más que la dulce, por lo que se considera más densa. La salinidad de los océanos no es uniforme en todo el mundo. En el golfo del Finlandia y el Báltico la salinidad es la menor, y la mayor se registra en el Mar Rojo. En la Tierra se da una fuerte desproporción entre ambos tipos de líquido, pues sólo un 2% total de agua que existe es dulce o apta para el consumo humano; de ahí que el agua potable se haya convertido en un recurso vital en permanente riesgo.